Globalización
miércoles, 16 de marzo de 2016
lunes, 14 de marzo de 2016
¿Qué es la Globalización?
La globalización es un proceso de interacción e integración
entre la gente, las empresas y los gobiernos de diferentes naciones. Es un
proceso en función del comercio y la inversión en el ámbito internacional, el
cual cuenta con el respaldo de las tecnologías de información. Este proceso
produce efectos en el medio ambiente, la cultura, los sistemas políticos, el
desarrollo y la prosperidad económica, al igual que en el bienestar físico de
los seres humanos que conforman las sociedades de todo el mundo.
Pero la globalización no es algo nuevo. Durante miles de
años, la gente —y posteriormente las empresas—ha vendido y comprado artículos
de tierras lejanas, tal como sucedió con la célebre Ruta de la Seda a lo largo
de Asia central y que conectó a China con Europa durante la Edad Media.
Asimismo, durante siglos, la gente y las corporaciones han invertido en
empresas de otros países. De hecho, muchas de las características propias de la
ola actual de globalización son similares a las que predominaron antes del
estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Pero las políticas y el desarrollo tecnológico de las últimas
décadas han incitado a un aumento tan grande en el comercio, la inversión y los
movimientos migratorios transfronterizos, que muchos observadores consideran
que el mundo ha ingresado a una fase nueva, en términos cualitativos, de su
desarrollo económico. Por ejemplo, desde 1950, el volumen del comercio mundial ha
aumentado 20 veces y sólo de 1997 a 1999 las inversiones extranjeras casi se
duplicaron, pasando de $468 mil millones a $827 mil millones de dólares. Para
distinguir la ola actual de globalización de las anteriores, el autor Thomas Friedman asevera que la actual “va más lejos y es más rápida, más barata y más
profunda”.
Esta ola actual de globalización ha adquirido un gran impulso
debido a las políticas que han abierto las economías internas e
internacionales. Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, y especialmente
durante las últimas dos décadas, muchos gobiernos han adoptado sistemas
económicos de libre mercado, lo cual ha aumentado ampliamente su propio
potencial productivo y creado una miríada de nuevas oportunidades para el
comercio y la inversión en el plano internacional. Los gobiernos también han
negociado dramáticas reducciones de las barreras comerciales y han suscrito
acuerdos internacionales para promover el comercio de bienes, servicios e
inversión. Para sacarle partido a las nuevas oportunidades en los mercados
extranjeros, las corporaciones han construido fábricas en el exterior y
establecido acuerdos de producción y comercialización con sus socios
extranjeros. Por lo tanto, una característica decisiva de la globalización es
una estructura industrial y comercial financiera en el ámbito internacional.
La tecnología ha sido el otro aspecto fundamental que ha
impulsado la globalización. Los avances alcanzados especialmente en el campo de
las tecnologías de información han transformado considerablemente la actividad
económica. Las tecnologías de información le han ofrecido a todo tipo de
actores económicos individuales —consumidores, inversionistas y comercios—
nuevas y valiosas herramientas para identificar y materializar oportunidades económicas,
lo cual incluye análisis más rápidos y mejor documentados sobre las tendencias
económicas en todo el mundo, una transferencia más fácil de bienes y la
colaboración con socios distantes.
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